El mes de febrero trajo consigo un ligero aumento del 3,2% en la variación interanual del precio de la vivienda, según el índice Tinsa IMIE General. Esta tendencia se acompaña de una leve contracción del 0,1% en comparación con el mes anterior, marcando así el segundo mes consecutivo de esta dinámica. Este dato confirma la tendencia hacia la estabilización de los precios residenciales, tanto para viviendas nuevas como usadas, las cuales se sitúan en un 18,2% por debajo del máximo alcanzado en 2007.
Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa, destaca que en febrero los precios residenciales mostraron un panorama de estabilización en todas las zonas, con leves crecimientos mensuales en áreas turísticas y ligeras contracciones en las zonas de empleo y áreas metropolitanas.
La variación mensual osciló entre el -0,4% y el +0,6% en todos los grupos analizados. Se registraron contracciones leves en las capitales y grandes ciudades (-0,4%) y en las áreas metropolitanas (-0,2%), mientras que los crecimientos mensuales, también leves, se observaron en las islas (+0,6%), la costa mediterránea (+0,4%) y en el resto de municipios (+0,1%).
En términos interanuales, la variación se situó entre el 2,5% de las capitales y grandes ciudades y el 7,9% en los territorios insulares. Todos los grupos muestran una tendencia a la desaceleración de precios, con pequeños repuntes en la costa mediterránea y en los municipios restantes.
El Servicio de Estudios de Tinsa destaca que el empleo continuó siendo sólido en febrero, lo que sostiene la solvencia de los hogares y la confianza del consumidor. La evolución mensual de las compraventas e hipotecas muestra signos de moderación en la intensidad de las caídas, lo que apunta hacia una posible estabilización de la demanda, siempre y cuando el nivel de empleo se mantenga y no haya sorpresas al alza en la inflación y los tipos de interés.
El Índice General acumula una revalorización del 38,7% desde el mínimo alcanzado después de la crisis financiera en agosto de 2015, aunque el valor medio de la vivienda sigue un 18,4% por debajo del máximo alcanzado a finales de 2007. La mayor distancia respecto a los máximos del boom inmobiliario se encuentra en la costa mediterránea (-27,6%), seguida de cerca por el resto de municipios (-27,2%), mientras que en los territorios insulares la variación es solo del -2,6%.