¿Cuándo es posible negarse a pagar una derrama en tu comunidad de vecinos?

El pago de derramas, esas cuotas extraordinarias que a menudo generan tensiones entre los vecinos, puede convertirse en un tema delicado en la vida comunitaria. Ante la incertidumbre y las posibles discrepancias, es fundamental comprender cuáles son tus derechos y responsabilidades como propietario. En este artículo, desglosaremos los escenarios en los que puedes negarte a abonar una derrama y cómo manejar esta situación.

¿Qué es una derrama y cuándo es obligatorio pagarla?

Una derrama es una cuota extraordinaria que la comunidad de propietarios establece para cubrir gastos imprevistos o que exceden el presupuesto regular destinado al mantenimiento y conservación de las áreas comunes. Por ejemplo, reparaciones urgentes o mejoras en las instalaciones.

Según la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), una vez aprobada en la junta de propietarios, la derrama se convierte en obligatoria para todos los propietarios, incluso si en su momento no estuvieron de acuerdo con ella. Sin embargo, cabe la posibilidad de impugnar judicialmente la derrama si consideras que es injustificada o ilegal.

¿Cuándo puedes negarte a pagar una derrama?

Existen circunstancias específicas en las que puedes negarte a abonar una derrama:

  1. Fines puramente estéticos: Si la derrama está destinada exclusivamente a mejoras estéticas que no afectan la eficiencia, conservación, accesibilidad o seguridad de la comunidad, puedes oponerte a pagarla. En este caso, es crucial expresar tu objeción durante la junta de propietarios.
  2. Inclusión de cargas en la compra de una vivienda: Si has adquirido una propiedad que ya tiene derramas pendientes, estarás obligado a pagarlas. Sin embargo, solo serás responsable de las cuotas que correspondan al período en que seas propietario del inmueble.

Consecuencias de no pagar una derrama:

Negarte a abonar una derrama aprobada puede acarrear consecuencias legales y prácticas:

  • Morosidad: Te convertirás en moroso ante la comunidad de propietarios, lo que puede resultar en acciones legales para reclamar la deuda.
  • Restricciones: Podrías perder ciertos derechos, como el derecho a voto en las juntas de propietarios, o enfrentar multas y la exclusión del uso de áreas comunes.
  • Registro de morosos: Podrías ser incluido en un registro de morosos, lo que podría afectar tu reputación crediticia.

Obligación de pagar derramas en alquileres:

En el caso de propiedades alquiladas, la responsabilidad de pagar las derramas puede recaer en el inquilino, siempre y cuando esto esté estipulado claramente en el contrato de arrendamiento.

Límites y distribución de derramas:

La Ley de Propiedad Horizontal no establece un límite máximo para las derramas, pero diferencia entre obras necesarias y no necesarias. Las obras necesarias deben ser aprobadas por una mayoría, mientras que las no necesarias pueden ser impugnadas si exceden ciertos límites de costo.

En resumen, aunque el pago de derramas puede generar tensiones en la comunidad de propietarios, es importante comprender que, en la mayoría de los casos, estas cuotas son obligatorias una vez aprobadas en la junta de propietarios. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de impugnarlas si consideras que no son justificadas. Para gestionar eficazmente estos asuntos, es fundamental contar con asesoramiento profesional y seguir los procedimientos legales adecuados.

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