Las 21 curiosidades sobre los canelones de San Esteban: tradición catalana
En Cataluña, el día de San Esteban (26 de diciembre) es sinónimo de canelones. Este plato, adoptado como tradición navideña, tiene una historia y una evolución fascinante que mezcla mitos, innovaciones tecnológicas y adaptaciones culinarias. Aquí están las claves para conocerlo mejor:
- Orígenes recientes: Aunque parece ancestral, los canelones no aparecen en recetarios catalanes hasta principios del siglo XX.
- Raíces italianas: Llegaron a Cataluña a finales del siglo XVIII con cocineros extranjeros en fondas.
- Popularización burguesa: En el siglo XIX, restaurantes como Maison Dorée los convirtieron en símbolo de refinamiento.
- Diferencia básica con los italianos: En Cataluña, la carne se cuece y luego se trincha; en Italia, se usa cruda picada.
- Avance técnico decisivo: En 1911, Ramón Flo (marca El Pavo) comercializó placas de pasta seca, facilitando su preparación.
Diversidad en las recetas
- Existen más de 100 variantes documentadas.
- Ingredientes clásicos: mezcla de cerdo, ternera y pollo.
- Variaciones: hígado de pollo, trufa rallada o incluso foie para darle untuosidad.
- Salsa estrella: la bechamel francesa, aunque algunos la mezclan con tomate para un toque rosado.
Más que carne
Aunque los de carne son los más populares, los rellenos han evolucionado: espinacas, setas, marisco, bacalao o pato son alternativas frecuentes.
Antes de los canelones
San Esteban era sinónimo de arroz a la cazuela, como el “arroz colls-i-punys”, que reaprovechaba restos de Navidad.
Polémicas históricas
¿Son un ejemplo de reaprovechamiento? Aunque algunos historiadores, como Néstor Luján, lo afirman, otros como Jaume Fàbregas lo consideran una leyenda.
Innovación y tradición
Hoy, los canelones combinan creatividad e identidad cultural, manteniendo su papel como emblema de las fiestas en Cataluña.
¿Y tú, cómo preparas los tuyos? Comparte tu receta y contribuye a esta tradición viva.